
El periodo de aislamiento por COVID-19, puede llevarnos a realizar modificaciones negativas de nuestra conducta alimentaria, ya que la disponibilidad de alimentos es mayor y en forma inmediata.
Para evitar que esto suceda, establece una rutina de horarios, tanto de ingestas como de actividades, similar a tu rutina habitual (con las adaptaciones necesarias por el hecho de estar en tu casa) e intenta mantenerlo lo mejor posible.
Si sentís que estas desordenado y haciendo ¨picoteos¨ constantes y de alimentos poco saludables, intenta lo siguiente.
Paso 1
Identificar el momento de mayor apetito/picoteo y definí una actividad para ese momento.
Tene cerca de tu espacio de trabajo un vaso/botella con agua. Consumir líquidos (preferentemente agua/limonadas o líquidos sin azúcar) ayuda a distender el estomago y lograr una sensación de plenitud por cortos periodos, que pueden ayudarnos a evitar ingestas compulsivas.
Paso 2
Opcion A. Si falta poco para la próxima ingesta, adelantala. Tene en cuenta que podes hacer ingestas cada 1 ½ – 2 horas, para mantenerte más saciado.
Opcion B. Si recién terminas de comer, podes hacerte una infusión (te, café) o recurrir a otras opciones como gelatina, limonada, bebidas sin calorías. Las bebidas calientes dan más saciedad.
Paso 3
Si continuas sin poder frenar el impulso, consumí alguna fruta (fresca, ensalada de fruta, licuado) o un lácteo (infusión con leche, licuado con leche, yogur con fruta).
Mantenete activo. Movete. Usa nuestra app y entrená en tu casa con un plan adaptado al hogar y diagramado por nuestros coach. Todos los días a las 10hs, se actualizan los ejercicios para que ejercites todos los grupos musculares, los 5 días de la semana.
Periodos de inmovilización tan cortos como 5 días, incluso en personas jóvenes han demostrado reducir de forma importante marcadores de salud, como un descenso del 3,5% de la masa muscular y 9% de la fuerza.
Quedate en casa, pero movete.
Lic. Alejandra Grela
Licenciada en Nutrición
MP 2785